ET ha traido consigo antiguas divagacines olvidadas y nunca publicadas. he aquí parte de los descubrimientos de hoy.
¿Por qué cuando comemos mucho nos ponemos las botas pero nos soltamos el botón?
¿Por qué hay botas de agua y de vino pero no de cerveza?
¿Por qué puedes encontrar un ratón debajo de un botón pero no puedes encontrar el botón una vez que se te ha perdido?
¿Por qué es un botín tener un bote de pimientos cuando vives en el extranjero?
¿Por qué botan las pelotas y votan los pelotas?
¿Por qué los futbolistas cuelgan las botas pero no pueden dejar colgadas a las que llevan botas?
¿Por qué cuando tenemos algo que está en el bote, la mayoría de las veces no podemos abrirlo?
mejor lo dejo que si no me van a vetar el sitio...voy a comprame unas botas.
ya me gusta un poco más.
ET por fin ha vuelto. espero que se quede un rato por aquí. ya lo echaba de menos.
welcome to the jungle!
me gusta nada de nada...
con lo molona que era mi plantilla de ET...
despues de tanto tiempo sin aparecer por aquí, me entró la inspiración y decidí escribir otra vez...
llevo casi 4 meses intentando acceder a mi página porque se me olvido mi contraseña y mi correo. creo que tengo un problema de memoria...cuando por fin la recuerdo, no funciona. hoy, así sin más, vuelve a funcionar...y me encuentro con esta cosa...
bufff....veremos que puedo hacer...espero volver con las cosas como estaban, o por lo menos algo parecido...
japi berdei tu miiiiiiiiii
japi berdei tu miiiiiiiiii
japi berdei diir mairen
japi berdei tu miiiiiiiiiii
¡¡¡¡plas, plas, plas!!!!
Resulta que ya me he aburrido de sistema binario, y hoy me he pasado a los titos que aparecen en el inicio del google. La verdad es que tanta cosa empaña las búsquedas, pero son entretenidos si tienes tiempo que perder. Me he parado en la escritura japonesa de mi nombre, y en la fecha de mi nacimiento. Cosa curiosa ésta, porque además de todo lo que pasó el año en que naciste, pues te da un diagnóstico de tu vida pasada:
Pues la verdad es que no, mira tú por dónde el alma de mi pastor polaco no ha venido a visitarme. Además, no sabría que decirle porque hoy he parendido japonés, no polaco. Pero lo que no sé es que tiene que ver con ser jefe de basureros…Y bueno, hay que decir que reciclar reciclo, pero ¿alguien sabe como eliminar la radiactividad usando métodos psicológicos?
He de decir que aprendeer lo que se dice aprender no he aprendido mucho, pero por lo menos me he divertido. Mañana mejor me centraré en algo más productivo…
Es curioso lo que se puede llegar a hacer en tiempos de aburrimiento. Acabo de aprender el sistema binario a raíz de intentar comprender los tipos de personas que existen. Y todo esto en horas de trabajo...
Pero bueno, esto no me ha hecho perderme de mi objetivo inicial de saber si en realidad existen solo 10 tipos de personas o no. Y bueno, investigando investigando, parece ser que sólo hay 9 (aunque con muchas variantes):
Reformador, ayudador, triunfador, individualista, investigador, leal, entusiasta, desafiador y pacificador.
Así que la décima no sé donde se habrá metido. Igual es que es indefinible o imposible de encontrar. O lo más probable es que la persona 10 no exista.
Bueno, y creo que después de esto, pueden pasar dos cosas, o me echan del curro, o me ponen una camisa blanca y me meten directamente al manicomio…
Explicaciones aparte, empiezo dedicando mi primer desvarío a la gran manzana, Manhattan. La isla te enamora, no solo por los hombres guapos que le dan el nombre, sino por sus contrastes: rascacielos y rascasuelos, tierra y asfalto, ruido, más ruido, y también silencio de vez en cuándo…Y qué decir de la cantidad de gente de todo tipo que aparece a la vuelta de la esquina… Es como si fuese la punta de un iceberg neoyorkino, y bajo la típica panorámica plana llena de rascacielos (de la que como todo el mundo, tendré un montón de fotos hechas buscando una perfecta que nunca llega) hay nueve novenos ocultos de locos y locuras inesperadas.
Locos como los yuppies con zapatillas comiendo kebabs mirando la bandera americana que preside el agujero de la zona cero o como los chinos con catálogo que te dicen al oído: guatles guatles, ó janbals, janbals (podrían haber pasado perfectamente por chinos de Pamplona) para llevarte a un piso lleno de muchos más chinos cosiendo bolsos. O también como ese que llamó a su hija iloveni porque la proliferación de camisetas y demás titos y recuerdos con el típico dibujito negro con un corazón rojo.Locuras sanas como la maratón de gente corriendo el domingo en Central Park, y otras menos sanas como reconocer a gente muy sola en la capital del mundo, o escuchar las sirenas de la policía y los bomberos cada vez que cambian de turno, que parece que van detrás de todos los fugados de Prison Break. Locos y locuras aparentemente incompatibles, como el rodaje de una película en pleno Times Square, mientras un famoso cowboy desnudo intenta ganarse el pan haciéndose fotos con los turistas, y un andamio caído dos calles más arriba bloquea el tráfico. Y otros que conviven sin problema en sus territorios, marcados por zapatillas en los balcones, o por palitos judíos en sus puertas, recordando al visitante que a pesar de su dinero y su sabiduría, siguen viviendo unos cuantos siglos atrás. Y cómo no, también queda espacio para la locura climática, pasando de un calor asfixiante a una cortina de agua que desaparece en una hora, tras haber dejado un rayo a menos de tres metros de mí que hace que todas las sillas del trabajo me den calambre cada vez que las toco…Aquí hay espacio para todo, aunque no se vea desde fuera.
Aún sufro las consecuencias de un jet-lag prolongado, porque sigo sin entender como no soy capaz de dormir en un avión con la aparente comodidad de disponer de asiento, almohada y manta, y después me quedo frita en el suelo del aparcamiento de la T-4, sobre el periódico del domingo y abrazada a mi mochila, o en uno de los comodísimos asientos de la Terminal…
Pero me he vuelto con ganas de volver, y con la sensación de haber estado como en un sueño, como en un mundo aparte, como una loca más viviendo una locura de esas que enganchan. Quien sabe si la próxima película que me monte tenga su escenario en la punta del iceberg…

tengo vocación de guía. de guía cansa. los que me conocen lo saben bien, y me dejan hacer, porque saben que me encanta, y porque siempre es más cómodo que te lleven y no tener que preocuparte por dónde ir. y porque a falta de GPS (Gran Pérdida Segura), a alguien hay que hacerle caso, y que mejor que perderse con alguien de confianza...
pues bien, estos días he ejercido bastante mi vocación, lo que me ha llevado a quedarme con apodo de por vida. es lo que tienen los estados de convivencia vacacionales tipo gran hermano, que todas las historias medianamente graciosas se graban en la memoria y dan a pie a montones de motes y dichos populares. ya lo dice el refrán, mata a un perro y te llamarán mataperros.
pero a lo que iba. decía que me gustan los mapas de todo tipo: los de carreteras, los del metro, los de las ciudades...tengo mapas de todas las ciudades en las que he estado. me gusta porque se ve todo desde arriba. es como volar con capa, pero en barato. todos los caminos están escritos, sólo hay que elegir como recorrerlos y decidir si llevas rumbo fijo, o no. y después disfrutar del viaje.
el último que he conseguido es un mapa del sur, pero pronto conseguiré uno de la Gran Manzana. y quién sabe, puede que algún día encuentre el mapa de algún tesoro...